Ese señor de la bata blanca, que me hizo una infinidad de test, no me explicó lo que me pasaba. Es muy chuli ver en las series como los médicos le explican hasta el más mínimo detalle a sus pacientes, pero en la realidad, sales de la consulta con cara de Millán Salcedo pensando "lo cualo?".
Superé todo eso pero siempre se quedaron restos, no volví a ser la misma, tenía "cosas" del tipo, sentarme en el sitio más cercano a la salida, no rodearme de gente, pegar a la gente con el paraguas en el tren disimuladamente por invadir mi espacio personal, no sé, cosas.
Hace unos años explote de nuevo BOOMM!💣y conocí la bonita Fibromialgia, esa enfermedad tan incomprendida. Una amiga le explicó a otra la Fibromialgia diciendo que era que me ponía gorda. GRACIAS HAMIJA.
Con mucho esfuerzo, muchísimo, más del que nunca pude imaginar, salí renqueantemente victoriosa, con mis nuevas "cosas" adquiridas, como una imparable ganancia de kilos, un vestidor repleto de todas las tallas, desde la 36 a la 46, podría montar un Outlet en mi salón y sacarme unos euros.
Y cuando me creía a salvo...llegó de nuevo. Estaba agazapada la muy puta, y saltó con fuerza, como las leonas a sus presas en los documentales de la dos. Como el monstruo que vive debajo de tu cama.
Siempre ha estado ahí y estará. Maldita genética!