Hoyos del Espino and The Beach Boys ConciertoOoOoouooh

Yo estuve allí.

Desde el principio de los tiempos, y después de haber recibido una exquisita educación musical de mano de su padre, mi querido Sherlock ha sido fan absoluto de los Beatles y Beach Boys. Yo, por el contrario, después de una infancia marcada por los Chichos, Chunguitos, Pantoja, Cantores de Hispalis, Marifé de Triana, Machin, Carlos Cano, el Lebrijano and company, me rebelé y fui fan de los New Kids on the Block, como si fuera la más moderna de la familia, para luego descubrir con los años, cabeza y sentido común, más música más allá del fenómeno fan. Tengo que reconocer que también influyó mi hermana mayor poniéndome lo más rompedor de la época: A-ha, Modern Talking, Spandau Ballet, Wham, Bros, U2, Mecano, Duran Duran ... menos mal que no le gustaba mucho la música española, porque a día de hoy me sigue pareciendo un truño quitando alguna que otra cancioncilla.

Hace unas semana me enteré de que venían a España y rápidamente me hice con las entradas sin percatarme de que tocaban en lo alto Gredos jarl!!! bueno, pues para allá que nos fuimos el viernes. Después de comernos el atasco del siglo desde Móstoles a Talavera, empezamos a subir por las montañas cagadillos de miedo pero admirando el paisaje y viendo de vez en cuando la calzada romana, yo pensaba en "Hispania", la serie, en Viriato corriendo por allí y en lo poco que habría durado yo corriendo por allí, creo que a la primera carrera me habría despeñado por el monte abajo sin remedio, y eso que soy Capricornio y tendría que ser ágil como una cabra montesa pero ... algo falló en mi carta astral seguro.

Cena en el Drakar

Llegamos, por fin!, al pueblo, Hoyos del Espino. Un pueblo chiquitísimo pero muy bien preparado y con algún que otro casuplón. Nos alojamos en el Hostal La Majá, después de mucho llamar, buscar y suplicar. La verdad, es que el sitio está bien, limpio, habitación grande, baño grande, dueña simpática, alejado del mundanal ruido. Un sitio recomendable. Nos fuimos a cenar al Drakar ... impresionante!! tanto que intentamos reservar para comer el sábado y fue imposible, pero bueno, desayunamos allí el domingo. A la vuelta vimos las estrellas que desde Madrid nunca se ver y nos quedamos idiotizados como bobos de ciudad.

Paisajín

Sábado. Subimos las cuestas imposibles de cualquier pueblo en la montaña hasta llegar al Spa. Como no habíamos desayunado nos recomendaron el Hotel Milano Real que estaba al lado y bueno, sublime, nos dieron unas viandas caseras que casi nos morimos allí mismo, así que reservamos para comer dándonos ese lujazo. Nos dimos nuestro masaje de cuerpo entero de una hora, en la cual me masajearon por todas partes y creo que hasta me abrieron los chakras o algo. De allí nos arrastramos hacia la comida llenos de aceite. Mi querido Sherlock dejó su huella aceitosa en la pared por los siglos de los siglos cual hombre de Altamira, intento disimularlo pero lo empeoró jajajaja. Comimos de maravilla y tomamos el segundo mejor postre de nuestras vidas, te lo hacen en el momento y es algo espectacular, hay que peregrinar hasta allí de nuevo. Nos fuimos rodando cuesta abajo para echarnos la siesta divinamente, nos despertamos a la hora clave, ducha, estilismo festivalero montañés y caminito del campillo/bosque/riachuelo en el que se celebra "Músicos en la Naturaleza" y no había nada más natural que ese páramo llenos de cacas de vaca, caballo, ovejas, etc que habían limpiado malamente. Como al entrar te regalaban una camiseta, pues, la ponías en el suelo y te sentabas encima de la caca de turno tan happy. Tocaron unos chicuelines que no les conocía nadie, sólo sus parientes y amigos que estaban detrás nuestra, para nuestra desgracia. Luego los Sencillos, pues eso, el colmo del sencillismo que se me hizo eternooooooo, y por fin, ellos, los Beach Boys, a las 11 de la noche pasadas, yo ya creía que se habrían dormido porque son mayores, muy mayores, y esas no eran horas para ellos. Pues ya quisiera yo llegar a esa edad como Al Jardine!! qué tio! es el que mejor se conserva de todos con diferencia a la vez de que siempre ha sido el más feo, con diferencia también. Mike Love (el odiado), estaba bailongo, hablo en castellano varias veces, nos dijo que nos ganarían al baloncesto, que su sobrino jugaba y bla, bla, bla, estuvo simpático. Brian lo dio todo, dentro de sus posibilidades ... pobrecito ... cantó lo que pudo y movió los brazos. Coreamos su nombre varias veces pero el pobre no nos dijo nada, tiene pánico escénico de toda la vida. Pero daba igual, allí estábamos todos cantando, dándolo todo, fue un conciertazo que parecía que no iba a terminar nunca, ni queríamos que terminara. Allí había de todo, desde abuelillos de su quinta hasta un niño plasta de 8 años que tenía al lado, el jodío se sabía todas las canciones y se pegaba unos bailes con la hermana que vamos! ni Ginger ni Fred.

The Beach Boys en Gredos.

Después de ésta experiencia reconozco que me emocioné con varias canciones: God Only Knows, Good Vibrations, Don´t Worry Baby e In My Room. Me declaro fan de éstos señores que con esa edad dieron un señor concierto que ya quisieran muchos grandes poder hacer eso alguna vez. Fueron más de dos horas, con unas 50 canciones. ESPECTACULAR. Mereció la pena ir hasta lo alto de la montaña para ver a éste gran grupo.

Gracias a la gente del pueblo, super amable y encantadora. Un gran sitio para visitar.