Llega la treintena y a todo el mundo le cambia el chip... es como si una ley no escrita te obligase a sentar la cabeza y a comportarte como un robot. Según soplas las velas, todo el mundo espera que sigas a la multitud, te cases, tengas hijos y en un instante tengas una vida perfecta. Si no sigues los cánones te miran con cara de pena como si tuvieses algún defecto, como si no fueses normal. Vale, no lo soy pero... que pasa si no lo soy, si no quiero serlo... si prefiero descubrir lo extraordinaria que puedo llegar a ser y prefiero vivir de otra forma.
Que pasa si he decido hacer de la libertad mi bandera, si no quiero adaptarme a los cánones y prefiero vivir de otra manera. ¿A quien le molesta que haya escogido la soledad porque en ella he hallado mi verdadera felicidad?
Yo no necesito compartir mi vida con una persona para ser feliz. Necesito compartir mi vida con mucha gente para ser lo.
Yo no necesito complacer a nadie, ni su aprobación para vivir.
Volver de nuevo al tonteo y a la diversión de los 20, conocer gente nueva, recuperar viejos amig@s, jugar al gato al ratón.
Cada uno toma sus decisiones, su elección.. yo no me conformo con una vida normal, yo quiero una vida extraordinaria, música en mi vida, risas, abrazos, besos y más risas hasta el amanecer. Viajes, planes inesperados, despertarme sin saber casi ni donde estoy... yo quiero vivir ahora, vivir lo todo... dejarme llevar, jugar al azar, nunca saber donde puedes terminar... o empezar.
No me juzgues... no conoces nada de mi
No hay comentarios:
Publicar un comentario