¿Nunca habéis tenido la sensación de que todos los astros se han confabulado contra nosotros para que todo lo que nos llegue sea malo?... a mi si me ha pasado, sobre todo en los últimos tiempos...
Te hundes en tu mundo... te regocijas en tu dolor y no te das cuenta de lo que estas haciendo es sabotear te a ti misma sin darte cuenta.
Cuando por fin eres consciente de que las riendas de tu vida las llevas tu, y que tus metas, sueños y logros, los marcas tu.. entonces todo empieza a cambiar.
Las mujeres en general, tendemos a sabotearnos, a hundirnos en complejos y penurias inexistentes... nos queremos poco... desde luego muchísimo menos de lo que deberíamos y no somos conscientes del daño que con eso, nos hacemos a nosotras mismas. Miedo... miedo al éxito, al triunfo... ese miedo del que he hablado tantas veces anteriormente..
Un día, un rechazo, un plan que sale mal... es como la gota que colma el vaso y hace que las cosas vuelvan a su cauce... y te crees que todo vuelve a ir bien, sin más. No es así, esa gota que ha colmado el vaso, es la que nos ha hecho coger fuerzas y enfrentarnos a lo que venga.. yo lo digo siempre... los cambios son buenos, siempre son buenos... todo en esta vida, pasa por algo.. esa persona que conoces por casualidad y que se convierte en un gran amigo, ese amigo que un día se convierte en alguien verdaderamente importante, ese trabajo al que últimamente no queríais ir y que vuelve a ser agradable desde que entras cada día con una sonrisa. Lo que cambia no son las cosas... somos nosotras, nuestra actitud ante el mundo, ante la vida.
El día que empezamos a querernos a nosotras mismas como nos merecemos... ese día cualquiera podrá querernos como realmente nos merecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario